domingo, 11 de julio de 2010


Y era el día que prometí, que nunca cantaría al amor si no existe. Tal vez sé, en algún lugar profundo de mi alma que ese amor nunca dura y debemos que encontrar otros caminos para hacerlo sólos o encontrar un rostro directo. Y yo siempre vivía así, manteniendo conformable distancia, y entonces hasta ahora. Yo me había jurado estar contenta en soledad, porque ninguno de ellos había valido la pena arriesgar... Pero tú eres la única excepción.
Tengo un apretón sobre la realidad, pero no puedo dejar ir lo que está delante de mi aquí. Yo conozco tu salida en la mañana cuando despiertas. Déjame comprobar que no es un sueño. Tú eres la única excepción y estoy en camino para creer en ello...

No hay comentarios:

Publicar un comentario